Una de las dificultades más conocidas en las personas con TEA es el Déficit en la Teoría de la Mente.
La Teoría de la Mente es una habilidad para atribuir estados mentales a uno mismo y a los demás y, en base a ellos, poder explicar y predecir la conducta de los otros. Constantemente atribuimos sentimientos, creencias y deseos a los otros y eso nos permite comprender su comportamiento. Sin esta habilidad seríamos incapaces de entender a los demás.
Pero...¿qué implicaciones conlleva el déficit en la Teoría de la Mente? Este déficit conlleva una dificultad, en mayor o menor medida, para:
- Predecir la conducta de los otros.
- Darse cuenta de las verdaderas intenciones de los otros.
- Explicar sus conductas y reconocer las repercusiones de sus propias conductas.
- Tener en cuenta el nivel de conocimiento del interlocutor sobre el tema conversacional así como su interés.
- Comprender el lenguaje inferencial y los actos indirectos.
- Mentir y comprender engaños.
- Entender emociones, tanto propias como ajenas, lo que les lleva a mostrar escasas reacciones empáticas.
Como acabamos de ver, son muchas las dificultades que conlleva este déficit y no podemos tratarlas todas en una única entrada. Como en el título se indica, esta entrada se va a centrar en el trabajo de las emociones sencillas (contento, triste, enfadado y asustado) y, en posteriores entradas, seguiremos profundizando en el tema de las emociones complejas y en otras dificultades de este déficit.
Uno de los profesionales que más ha estudiado la Teoría de la Mente en personas con autismo ha sido Simon Baron Cohen, quien en su libro "Enseñar a los niños autistas a comprender a los demás", establece cinco niveles de comprensión de las emociones. Estos son los mismo cinco niveles que los profesionales del Servicio a la Infancia y a la Adolescencia siguen para trabajar esta área.
Los cinco niveles, descritos por Baron Cohen, son:
- Nivel 1: Reconocimiento de la expresión facial en fotografías.
- Nivel 2: Reconocimiento de la emoción en dibujos esquemáticos.
- Nivel 3: Identificación de emociones basadas en la situación.
- Nivel 4: Identificación de emociones basadas en el deseo.
- Nivel 5: Identificación de emociones basadas en la creencia.
En esta entrada nos centraremos sólo en los tres primeros niveles, quedando los dos últimos para una entrada posterior por la complejidad que estos niveles implican.
Pero...¿cómo se trabaja, desde el SIA, estos niveles?
Pero...¿cómo se trabaja, desde el SIA, estos niveles?
Nivel 1: Reconocimiento de la emoción en expresión facial en fotografías
Colocamos el conjunto de fotos sobre la mesa y nombramos la emoción mostrada en cada una de ellas. Le pedimos al niño que empareje las fotos que se le han dado con las que hemos puesto en la mesa. Estaremos atentos para anticiparnos al error (si lo hubiera) consiguiendo siempre el éxito en la tarea.
Nivel 2: Reconocimiento de la emoción en dibujos esquemáticos.
Se utiliza el mismo procedimiento que para el nivel anterior.
(Material de Baron Cohen)
(Material de Marc Monfort)
Nivel 3: Identificación de emociones basada en la situación.
Este nivel lo trabajamos de la siguiente manera: le presentamos el dibujo al niño y le preguntamos sobre la emoción del personaje; una vez que el niño nos haya dado la respuesta le pediremos que nos explique el por qué de dicha emoción.
Llegados a este nivel, y teniendo en cuenta que no nos vamos a poder anticipar a su respuesta, puede ocurrir que la respuesta dada por el niño no sea la correcta, entonces...¿cómo lo hacemos?
Centraremos la atención del niño en la cara del personaje por el que le estamos preguntando y le daremos la respuesta correcta centrando después su atención en el motivo de dicha emoción. Así, por ejemplo, si nos encontramos ante una imagen en la que un niño (Pepe) está contento porque está viendo a unos payasos, le diremos: "Vamos a ver cómo se siente Pepe (señalando la cara de Pepe). Está contento porque ve a los payasos (señalando ahora a los payasos)". "Pepe está contento porque está viendo a los payasos en el circo".
Son cuatro los principios que los niños deben interiorizar en este nivel. Estos son:
- Cuando alguien te da algo bueno o haces algo agradable, entonces tú estás contento.
- Cuando ocurre algo peligroso, estás asustado y quieres correr lejos o esconderte.
- Cuando sucede accidentalmente algo desagradable o alguien se va (etcétera), entonces tú estás triste.
- Cuando alguien te hace, a propósito, algo desagradable (etcétera), entonces estás enfadado.
A continuación os dejamos el enlace para que os descarguéis dos adaptaciones realizadas para trabajar este nivel.
Emociones básicas
Adaptación frases nivel 3
Emociones básicas
Adaptación frases nivel 3
Cuando se trabajan estos objetivos con las personas con TEA es muy importante que, desde el principio se busque la generalización en situaciones naturales y empleando para ello una gran variedad de materiales. Se ha de partir de los intereses del niño y aprovechar cualquier situación que nos surja para incidir en este tipo de objetivos, como pueden ser con los personajes de sus juguetes favoritos, en situaciones que ocurran en la calle, en el parque,... Dependiendo de cada chico tendremos que hacer las ayudas y adaptaciones necesarias.
Aun así, en la red existen muchos materiales que nos pueden servir para trabajar estos tres primeros niveles.
Os recomendamos dos libros de gran interés para estos objetivos:
- Baron Cohen, S.; Hadwin, J.; Howlin, P (2006): "Enseñar a los niños autistas a comprender a los demás. Guía práctica para educadores". Ed. Ceac.
- Monfort, M; Monfort, I. (2002): "En la mente: Un soporte gráfico para el entrenamiento de las habilidades pragmáticas en niños". Entha Ediciones.
¡¡¡¡Esperamos que os sea de utilidad!!!!
- Monfort, M; Monfort, I. (2002): "En la mente: Un soporte gráfico para el entrenamiento de las habilidades pragmáticas en niños". Entha Ediciones.
¡¡¡¡Esperamos que os sea de utilidad!!!!
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