Hace unas semanas, una de nuestras familias del SIA, acudió a nosotros muy preocupados por las conductas (mordiscos en manos y brazos) que estaba presentando su hija en el comedor de su centro escolar.
Este tipo de consultas o demandas son las que más suelen hacernos las familias; aquellas situaciones en la que la aparición de conductas desafiantes son realmente preocupantes y si estas conductas se manifiestan a través de conductas autoagresivas o heteroagresivas, éstas adquieren una mayor relevancia.
Una de las ideas más importantes que debemos dejar muy claro es que NO TODAS LAS CONDUCTAS SE TRATAN DE LA MISMA MANERA aunque tengan la misma forma (¿qué hace el sujeto?) y la actuación que tomemos ante ellas dependerá de la función (¿porqué las realiza?). Por ejemplo, una persona con TEA puede morderse porque no quiere algo que le estamos ofreciendo, pero también puede hacerlo cuando no comprende una actividad dentro del aula; ambas conductas presentan la misma forma (se muerde) pero funciones diferentes (en el primer caso, observamos dificultades para expresar una función de rechazo mientras que en el segundo ejemplo, puede ser indicativo de sobrecarga o sobreexigencia). Explicado esto, debemos marcar la importancia de determinar cuáles son las causas de las conductas desafiantes que presentan las personas con TEA.
Es muy habitual encontrarnos que las dificultades sociocomunicativas que presentan las personas con TEA se manifiesten a través de conductas desafiantes, y una vez que se les enseña la estrategia comunicativa adecuada (siempre ajustada a sus capacidades comunicativas espontáneas y a su forma comunicativa), disminuyen considerablemente los episodios indeseados.
Volviendo a nuestro caso, desde el principio tuvimos claro que lo que provocaba la conducta de "morderse" era el rechazo a comer determinados platos que se ofrecían en el comedor escolar.
Además, a esta persona se le añade un desajuste en la gestión y expresión de emociones con una connotación negativa por lo que, además, debemos trabajar con ella qué cosas puede hacer cuando estoy enfadada, intentando cambiar todos los patrones conductuales tan aprendidos ante esas situaciones que desencadenan enfados.
Teniendo en cuenta todo esto, determinamos:
Si queréis descargaros el material completo, lo tenéis en el siguiente enlace:
Gestión del enfado
Como siempre, esperamos que estos apoyos os sean de gran utilidad. Esperamos cualquier sugerencia o pregunta que queráis hacernos.
Este tipo de consultas o demandas son las que más suelen hacernos las familias; aquellas situaciones en la que la aparición de conductas desafiantes son realmente preocupantes y si estas conductas se manifiestan a través de conductas autoagresivas o heteroagresivas, éstas adquieren una mayor relevancia.
Una de las ideas más importantes que debemos dejar muy claro es que NO TODAS LAS CONDUCTAS SE TRATAN DE LA MISMA MANERA aunque tengan la misma forma (¿qué hace el sujeto?) y la actuación que tomemos ante ellas dependerá de la función (¿porqué las realiza?). Por ejemplo, una persona con TEA puede morderse porque no quiere algo que le estamos ofreciendo, pero también puede hacerlo cuando no comprende una actividad dentro del aula; ambas conductas presentan la misma forma (se muerde) pero funciones diferentes (en el primer caso, observamos dificultades para expresar una función de rechazo mientras que en el segundo ejemplo, puede ser indicativo de sobrecarga o sobreexigencia). Explicado esto, debemos marcar la importancia de determinar cuáles son las causas de las conductas desafiantes que presentan las personas con TEA.
Es muy habitual encontrarnos que las dificultades sociocomunicativas que presentan las personas con TEA se manifiesten a través de conductas desafiantes, y una vez que se les enseña la estrategia comunicativa adecuada (siempre ajustada a sus capacidades comunicativas espontáneas y a su forma comunicativa), disminuyen considerablemente los episodios indeseados.
Volviendo a nuestro caso, desde el principio tuvimos claro que lo que provocaba la conducta de "morderse" era el rechazo a comer determinados platos que se ofrecían en el comedor escolar.
Además, a esta persona se le añade un desajuste en la gestión y expresión de emociones con una connotación negativa por lo que, además, debemos trabajar con ella qué cosas puede hacer cuando estoy enfadada, intentando cambiar todos los patrones conductuales tan aprendidos ante esas situaciones que desencadenan enfados.
Teniendo en cuenta todo esto, determinamos:
- Adaptar el menú escolar para anticiparle e informarle sobre la comida de ese día. Esa adaptación debe estar expuesta tanto en la clase de referencia como en el comedor. También simplificamos el nombre de las comidas, adaptándoselas a la forma en la que fueran conocidas.
- Preparación de un apoyo visual en el que estuviese la forma comunicativa correcta para rechazar el plato que no le gusta o que no quiere probar. En principio, y en acuerdo con la familia, se le daría por válido que no comiese lo que verbalizara que no quería comer.
Os podéis descargar este material en el siguiente enlace:
- El apoyo visual para trabajar cómo gestionar la emoción de estar enfadado.
Si queréis descargaros el material completo, lo tenéis en el siguiente enlace:
Gestión del enfado
Como siempre, esperamos que estos apoyos os sean de gran utilidad. Esperamos cualquier sugerencia o pregunta que queráis hacernos.
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